UN 1 DE MAYO CON UN LEHENDAKARI SOCIALISTA

El Día Internacional de los Trabajadores del 1 de Mayo, es la fiesta por antonomasia de los socialistas. Desde su establecimiento en la mayoría de países (aunque la consideración de día festivo fue en muchos casos tardía), por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.

Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, que se celebra muchos de países.

A lo largo del siglo XX, los progresos laborales se fueron acrecentando con leyes para los trabajadores, para otorgarles derechos de respeto, retribución y amparo social. En la última década del siglo, esos progresos retrocedieron bajo la influencia del neoliberalismo, salvo en los países de tradición de gobiernos socialdemócratas.

En la actualidad, muchos países rememoran el Primero de Mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Llamativamente, en los Estados Unidos no se celebra esta conmemoración, así como en ciertos países de colonización británica como Canadá. En su lugar se celebra el Labor Day, primer lunes de septiembre, desde 1882.

Este año en España y en Euskadi la celebración del 1 de Mayo tiene un especial significado por razones muy distintas. En España los efectos de la crisis nos ha traído la mayor tasa de desempleo que hayamos conocido desde la instauración de la democracia, a pesar de las constantes medidas de contención que desde el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, se están llevando a cabo desde hace dos años. Lo que da cuenta de la magnitud y virulencia destructiva de la crisis económica que esta azotando al país.

Y por otro lado en Euskadi es nuestro primer 1 de Mayo con un Lehendakari socialista que, ante esa misma crisis, ha fijado su prioridad en lograr acuerdos entre los agentes sociales para minimizar, a las clases sociales mas desamparadas, los efectos de una crisis que han provocado los poderosos.

En los dos casos tenemos muchos motivos para albergar esperanza desde la solidaridad socialista que tan bien simboliza y perpetúa un día como el que celebramos hoy.